El avión espacial X-37B del ejército estadounidense despegó en otra misión secreta que se espera dure al menos dos años.
El avión espacial a bordo de un cohete Falcon Heavy de SpaceX despegó del Centro Espacial Kennedy de la NASA durante la noche, con más de dos semanas de retraso debido a problemas técnicos. Al igual que las misiones anteriores, el avión reutilizable, que se asemeja a un pequeño transbordador espacial, llevará a cabo experimentos secretos. Será una misión no tripulada.
La misión secreta, realizada por la Fuerza Espacial de EE. UU. en el marco del Programa de Lanzamiento Espacial de Seguridad Nacional, probará nuevos sistemas orbitales y tecnologías de concienciación del dominio espacial.
La importancia del lanzamiento del X-37B
Vale la pena señalar que este lanzamiento representa la primera vez que el X-37B es transportado por el cohete más potente Falcon Heavy, lo que indica la posibilidad de realizar vuelos orbitales más altos que su órbita terrestre baja habitual. La nave espacial está diseñada para vuelos orbitales de larga duración para transportar diversas cargas útiles y experimentos tecnológicos. También es conocido por su capacidad para aterrizar de forma autónoma en la pista como un avión, después de completar su misión.
La duración de la actual misión X-37B no ha sido revelada, pero se espera que siga un patrón de vuelos consecutivamente más largos, posiblemente extendiéndose hasta junio de 2026 o más tarde. La misión anterior duró más de dos años, estableciendo un récord para el programa.
Estas misiones representan un avance importante en las tecnologías espaciales reutilizables y subrayan la importancia estratégica del espacio en las áreas de seguridad nacional e investigación científica.
El lanzamiento del X-37B coincide con el lanzamiento del barco chino Shenlong
Coincidiendo estrechamente con el lanzamiento del X-37B, fue la tercera misión del avión espacial Shenlong de China desde 2020. Se cree que Shenlong, también un proyecto secreto, se limita a entregas en órbita terrestre baja. Se ha observado que el momento simultáneo de estas misiones es un reflejo de la creciente rivalidad espacial entre Estados Unidos y China, y ambos países muestran gran interés en las tecnologías de naves espaciales del otro.
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