La resolución redactada por los países árabes fue aprobada por 120 votos contra 14 y 45 abstenciones en la Asamblea General de la ONU.
La Asamblea General de la ONU votó abrumadoramente a favor de una resolución que pide una tregua humanitaria inmediata entre Israel y el grupo militante palestino Hamas.
El Consejo de 193 miembros aprobó la resolución redactada por un grupo de 22 países árabes, por un margen de 120 votos contra 14, y 45 países se abstuvieron de votar. Estados Unidos e Israel votaron no.
El Ministro de Asuntos Exteriores jordano, Ayman Safadi, dijo, antes de la votación, que votar en contra de la resolución «significa la aprobación de esta guerra tonta y de esta matanza sin sentido». Israel denunció la votación, calificándola de «vergüenza».
La resolución no es vinculante, pero sirve como medida de la opinión pública mundial a medida que los combates entre Israel y Hamás se acercan al final de su tercera semana, tras un ataque lanzado por Hamás en el sur de Israel que mató a más de 1.400 personas.
La comisión se celebró en un momento en que Israel intensificó su bombardeo de Gaza, donde se cortaron los servicios telefónicos e Internet, e Israel participó en limitadas escaramuzas terrestres antes de la esperada invasión.
La Asamblea General votó después de que el Consejo de Seguridad de la ONU no actuara durante dos semanas, y Estados Unidos y Rusia utilizaron el poder de veto para bloquear propuestas respaldadas por el otro.
La resolución adoptada pide “una tregua humanitaria inmediata, permanente y sostenible que conduzca al cese de las hostilidades” y “rechaza enérgicamente cualquier intento de trasladar por la fuerza a la población civil palestina”.
La resolución también destaca la necesidad de evitar una escalada más amplia de los combates y pide un aumento de la ayuda humanitaria a Gaza, donde sólo se permitió la entrada a un pequeño número de camiones que transportaban ayuda durante la semana pasada.
La enmienda de Canadá a la resolución, que habría agregado la condena del ataque de Hamas, no recibió la mayoría necesaria de dos tercios.
La resolución pide la liberación inmediata de todos los civiles mantenidos como rehenes y condena “todos los actos de terrorismo y ataques indiscriminados”, incluidos los dirigidos a civiles israelíes, pero no menciona específicamente a Hamás.
El embajador de Israel ante las Naciones Unidas, Gilad Erdan, dijo que «un alto el fuego significa darle tiempo a Hamás para rearmarse» y que la votación no tenía como objetivo traer la paz sino más bien «atar las manos de Israel».
Hablando el jueves, Erdan dijo: “El único lugar al que pertenece esta decisión es al basurero de la historia”.
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